martes, 2 de agosto de 2011

Antigénesis


Al final el hombre destruyó su mundo que se llamaba Tierra.

La Tierra había sido hermosa
Hasta que el espíritu del hombre se movió sobre la faz
De ella y destruyó todas las cosas.

Y dijo el hombre: ¡Que haya tinieblas!
Y al hombre le parecieron buenas las tinieblas
Y les puso por nombre seguridad;
Y dividió así mismo en razas y religiones y clases sociales.
Y no había ningun atardecer y ningún amanecer
En el día siete antes del final.

Y dijo el hombre: ¡Que un gobierno fuerte!
Para reinar sobre nosotros en nuestras tinieblas;
Que haya ejércitos para matarse mutuamente,
Con orden y eficiencia en nuestras tinieblas
Cacemos para destruír a aquellos que nos dicen la verdad,
Aquí y hasta los confines de la Tierra,
Porque nos gustan nuestras tinieblas.
Y no había ningún atardecer y ningún amanecer
En el día seis antes del final.

Y dijo el hombre: ¡Qué haya cohetes y bombas!
Para matar más rápido y fácilmente
Y hubo cámaras de gas y hornos
Para acabar mejor el trabajo
Y era el día cinco antes del final.

Y dijo el hombre: ¡Que haya drogas
Y demás maneras de escapismo!;
Ya que hay una leve y constante molestia: LA REALIDAD
Que estorba nuestra comodidad
Y era el día cuarto antes del final.

Y dijo el hombre: ¡Que haya divisiones entre las naciones!
Para que podamos saber
Quien es el enemigo de nosotros
Y era el día tres antes del final.

Y de último dijo el hombre:
¡Hagamos a Dios a nuestra imágen y semejanza!
No sea que algún otro Dios nos haga competencia
Digamos que Dios piensa igual que nosotros pensamos
Que odia igual como nosotros odiamos;
Y que mata igual como nosotros matamos
Y era el día dos antes del final.


El útimo día
Hubo un estruendo grande sobre la faz de la Tierra;
Fuego purgó el hermoso globo terráqueo,
Y hubo silencio
Y vió el Señor Dios,
Todo lo que había hecho el hombre:
Y en el silencio
Que envolvía los restos humeantes
Dios lloró.


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